En España, actualmente las viviendas adaptadas deben cumplir con las medidas establecidas por el Código Técnico de la Edificación (CTE) en lo referente a la accesibilidad y la eliminación de barreras arquitectónicas. Estas medidas buscan garantizar que las personas con diversidad funcional puedan acceder y habitar los espacios de forma autónoma y segura.
El CTE establece una serie de requisitos mínimos en cuanto a dimensiones y características específicas para las viviendas adaptadas.
Algunas de las medidas más relevantes incluyen:
Accesibilidad a la vivienda: Las viviendas deben contar con itinerarios accesibles que permitan el acceso desde el exterior, como rampas o ascensores, y con puertas de acceso lo suficientemente anchas para permitir el paso de sillas de ruedas.
Distribución y dimensiones de los espacios interiores: Los pasillos, puertas y estancias de la vivienda deben contar con dimensiones adecuadas para permitir la movilidad y el giro de una silla de ruedas. Se establecen anchos mínimos para las puertas, pasillos y zonas de maniobra en las estancias principales.
Baños adaptados: Los baños deben ser accesibles, con dimensiones que permitan el acceso de una silla de ruedas y la instalación de elementos como barras de apoyo, lavabos a altura regulable, inodoros adaptados y duchas a ras de suelo.
Cocinas adaptadas: Las cocinas deben contar con elementos ajustables en altura, como encimeras y fregaderos, para permitir su uso a personas en silla de ruedas o con dificultades de movilidad. Además, se establecen espacios de aproximación y maniobra adecuados.
Instalaciones y sistemas: Las instalaciones eléctricas, de fontanería y de climatización deben diseñarse teniendo en cuenta las necesidades de accesibilidad. Esto incluye la ubicación de interruptores, enchufes y termostatos a una altura accesible, así como la incorporación de sistemas de control domótico que faciliten su manejo.
Estas medidas del Código Técnico de la Edificación son obligatorias para todas las viviendas adaptadas, tanto las de nueva construcción como las que se someten a procesos de rehabilitación y adaptación. Además, es importante destacar que estas medidas van más allá de una simple obligación legal, ya que contribuyen a la creación de entornos inclusivos que promueven la igualdad de oportunidades y la autonomía de las personas con diversidad funcional.